La orina está compuesta por un 95% de agua y un 5% sustancias disueltas.
El aparato excretor, es el encargado de recoger de todo nuestro organismo los productos de desecho y expulsarlos mediante la orina.
Para ello, en el riñón, en los llamados glomérulos, se produce una filtración de líquido, procedente de los capilares sanguíneos, y va hacia los túbulos renales para ser excretado. Por ese trayecto se va modificando la composición del líquido hasta, adquirir la orina.
La secreción urinaria ya formado es recogida en la pelvis renal y transportada por los uréteres hasta la vejiga, donde se almacena hasta haber la suficiente cantidad para ser expulsada, a través del organismo.
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